El concepto LEAN COMPACTING nos ayuda a una eficiente gestión de sus residuos y su implicación en el sector del reciclaje garantiza importantes beneficios más allá de un espacio de trabajo más limpio. Entre otros aspectos, este tipo de actuaciones -bien planificadas- repercuten en un ahorro de costes, transporte, espacio, tiempo y en muchos casos, la obtención de ingresos por el reciclaje de ciertos materiales.
No son menos relevantes otros aspectos como la menor implicación en tiempo y esfuerzo de mano de obra responsable de la gestión y tratamiento de estos residuos, así como una mejora global a nivel sanitario y de seguridad.
Otro aspecto beneficioso es la percepción de la compañía en su mercado local y en su comunidad, generando un entorno más positivo y receptivo.
¿Cómo lo hacemos?
Comenzamos por identificar los tipos de residuos generados por su compañía y determinamos la mejor actuación para el tratamiento de cada uno de ellos.
Análisis de contexto local y normativas específicas que pudieran afectar a los protocolos, gestión y logística relativos al tratamiento de estos residuos.
Posteriormente se definen los protocolos más idóneos, así como la selección de ubicaciones y las metodologías de compactación y retirada de residuos. Todo ello se realiza de forma paralela a la concreción de planes de trabajo, asignación de responsabilidades y contratación de retirada de los residuos.
Es de gran relevancia la implicación del equipo humano y la dirección, cada uno en su rol, para que la implantación de este tipo de sistemas se realice de manera optima.
El objetivo es minimizar el esfuerzo y el tiempo de implicación en el tratamiento de residuos; de manera que la separación y categorización de los materiales a reciclar es mejor hacerla en primera instancia: es un modo más rápido y eficaz para la gestión en el día a día: cartón por un lado, papel en otro, el vidrio en otro tipo de contenedor y así sucesivamente. Acumular todos los residuos en un único contenedor implica duplicar esfuerzos y dificultar el proceso a posteriori.
Existen soluciones a medida para empresas de distintos sectores y tamaños que pueden ayudarle a llevar a cabo este tipo de gestión sin mayores inconveniente ni dificultades.
Evitar múltiples viajes, largas distancias o considerar la accesibilidad son aspectos relevantes a la hora de instalar las máquinas y definir los protocolos.
Asimismo el número de veces que realicemos el ciclo de compactación al día, el número de cargas y de retiradas, así como la cantidad de residuos generados marcarán también el proceso de almacenaje y el ciclo de trabajo.
Ciertos productos voluminosos del día a día, tales como platos, cubiertos o pajitas tienen actualmente versiones en sucedáneos de papel en vez de plástico. Existen versiones también en bambú o en otros materiales ecológicos y/o biodegradables, menos dañinos para el medio ambiente; esto es aplicable a una gran numero de industrias y sectores.
El papel es actualmente el material por excelencia que brinda mejores ratios de compactación y en muchos casos, permite obtener rendimientos económicos.
Hay numerosas formas de trabajar con los residuos una vez compactados. Pudiendo acumular en muy poco espacio, mucha cantidad de residuo y con muy pocos movimientos.